El patrimonio propio es igual a la diferencia entre lo que tenemos y lo que adeudamos a nuestros acreedores. Si tomamos hoy todos nuestros activos y restamos nuestras deudas, obtendremos el valor de nuestro patrimonio personal (evita incurrir en muchas deudas para no caer en el boletín comercial y Dicom). Por activos, hablamos de cosas como el dinero en efectivo, nuestras inversiones, vivienda, vehículo, y algún otro objeto de valor. Las deudas habituales, tienden a ser el crédito hipotecario, créditos de consumos, tarjetas de crédito, y todo lo que quede por pagar de los activos que son de nuestra propiedad. Mantener un control riguroso de estas finanzas te ayudará a fortalecer tu defensa en deuda.
El patrimonio personal nos facilita comprender nuestra situación financiera en un momento determinado y así prever el sobreendeudamiento que a la larga puede terminar en una deuda informada al boletín comercial y Dicom, para luego proceder en una demanda judicial y finalmente en embargo de los bienes. Es una radiografía de nuestra salud financiera. Por otro lado, lo que puede ser verdaderamente útil y atrayente no sólo es tener esta radiografía, sino ver cómo evoluciona en el tiempo.
Esta perspectiva, en todo el tiempo, nos ayudará a comprender mejor y detectar qué cosas nos encontramos realizando bien, y cuáles tenemos la posibilidad de hacer mejor respecto al correcto uso de nuestros ingresos para no incurrir en sobreendeudamiento que nos ensucie nuestros informes comerciales.
En diferentes edades vamos a tener intereses y objetivos diferentes para la adquisición y uso de nuestro dinero, pero realizando un rastreo correcto siempre tendremos la posibilidad de tener nuestras finanzas bajo control, en un bajo nivel de deudas.
Conceptos Destacables
En el momento de calcular nuestro patrimonio personal, conviene tener claro qué contabilizar como un activo y qué contabilizar como un pasivo. Para esto es importante saber cuál es cual.
Activos:
La mayor parte de nosotros va a tener 4 categorías de activos:
Dinero y Equivalentes:
Todo lo que tengamos en efectivo o que puede ser convertido en el instante a dinero (liquidez del activo). Aquí deberemos integrar todas las cuentas corrientes, los depósitos a plazo que tengamos la posibilidad sacar cualquier ocasión, sin penalización, dinero en cuentas de ahorro, etc.
Activos e Inversiones:
Esto son instrumentos que hemos comprado en algún instante de nuestra vida con la intención de conseguir una renta de ellos o que se revaloricen con el pasar de los años. Aquí incluimos fondos mutuos, acciones, bonos, cuenta 2 AFP, APV, etc.
- Activos inmobiliarios: Algún bien raíz (terreno, vivienda u otra propiedad inmobiliaria) que tengamos a nuestro nombre. Esto incluirá nuestra vivienda residencial, así también las segundas residencias.
- Activos mobiliarios: Esto tiene dentro todas las cosas de las que eres dueño que no son activos inmobiliarios. Ejemplos de esto podrían ser: vehículos, muebles, antigüedades, obras de arte, monedas de oro, joyas, etc.
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