Impuesto de Primera Categoría

Impuesto de Primera Categoría: ¿Qué es y cómo funciona?

En el ámbito empresarial, es común escuchar hablar del Impuesto de Primera Categoría, pero ¿qué es realmente este impuesto y cómo funciona? En este artículo, desde Equipo Defensa, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre el Impuesto de Primera Categoría.

Tabla de Contenido

¿Qué es el Impuesto de Primera Categoría?

El Impuesto de Primera Categoría es un impuesto que deben pagar las empresas y personas jurídicas en Chile sobre sus rentas de fuente chilena. En otros términos, los impuestos de primera categoría grava los ingresos provenientes de una actividad empresarial, ya sea de empresas comerciales, industriales, de servicios, extractivas, agrícolas y cualquier otra que contemple la Ley de la Renta. 

Aunque pueda parecer lo contrario, este tributo se basa en el tipo de renta y no en el tipo de persona (natural o jurídico). 

Este impuesto es de carácter anual y dependiendo del tipo de empresa y el régimen tributario al que pertenezca su tasa es del 25% a 27%  sobre la renta líquida obtenida por la empresa durante el período fiscal correspondiente. 

Así, actualmente y luego de la reforma de Modernización tributaria aplicada en el año 2020, existen cinco regímenes tributarios : 1) ProPyME General ; 2) ProPyME Transparente ; 3) Régimen Semi-Integrado; 4) Renta presunta; 5) Contribuyentes no sujetos al art. 14 de la Ley de impuesto a la Renta (como Fundaciones, Corporaciones o empresas en el que el Estado tenga la totalidad de su propiedad, entre otras, quedarán exentas del pago del Impuesto de primera categoría).  

Regímenes tributarios

Pro-Pyme Transparente:

Este régimen tributario está enfocado principalmente a micro empresas y pymes en etapas de nacimiento, cuyos propietarios son contribuyentes que tributan con impuestos finales (Impuesto Global Complementario e Impuesto Adicional), como lo son las personas naturales que tributan en base a ingresos percibidos y gastos pagados o personas jurídicas que no cuenten con domicilio o residencia en el país. 

Estas empresas estarán acogidas al sistema de contabilidad simplificada, aunque también podrán optar por contabilidad completa; eso significa que no necesariamente deberán tener balances, inventarios y otros registros empresariales. 

Recibirán una propuesta de declaración de renta por parte del SII basada en el Registro de Compras y Ventas (RCV), la cual será complementada por el contribuyente. Utilizarán una tasa para el PPM fija, que será de 0,2 % para el año inicial y subirá al 0,5 % cuando los ingresos superen las 50.000 UF anuales. 

En ese sentido, los insumos y existencias que tuviese la empresa al final del año se consideran como gasto, y también se aplicará depreciación instantánea a los activos fijos.

La empresa está liberada del Impuesto de Primera Categoría (IDPC), por lo que los propietarios deberán tributar en base a los resultados tributarios generados y su participación en la organización.

Pro-Pyme General:

Este régimen es ideal para negocios en etapa de crecimiento y medianas empresas cuyos ingresos de los últimos 3 meses no hayan superado las 75.000 UF.

Las empresas acogidas a este régimen, deberán contar con contabilidad completa, aunque podrán solicitar acogerse a contabilidad simplificada.

Aplica un descuento a la base imponible para el IDPC de un 25% de la renta líquida imponible, con un tope de 50.000 UF. Para este descuento se considerarán todos los créditos contenidos en la Ley de Impuesto a la Renta. 

A las empresas acogidas a este régimen no se les exigirá mantener los registros de rentas empresariales(RRE), siempre y cuando no generen o perciban rentas a controlar en el registro REX (Rentas Exentas e Ingresos no constitutivos de renta). 

Tampoco se les aplicará orden de imputación para los retiros, remesas o reparticiones de utilidades hacia sus propietarios.

Finalmente, los insumos y existencias que tuviese la empresa al final del año, de nuevo, se consideran como gasto, y también se aplicará depreciación instantánea a los activos fijos; además, no se aplicará corrección monetaria.

Régimen General (Semi Integrado)

Éste régimen está destinado a grandes empresas que determinan su renta imponible según las normas generales que aparecen en los artículos 29 al 33 de la Ley de Impuesto a la Renta. En este caso, siempre deberán llevar una contabilidad completa. 

A estas empresas solo se les exigirá mantener registros de saldos acumulados de crédito (SAC) cuando no generen o perciban rentas a controlar en el registro REX (Rentas Exentas e Ingresos no constitutivos de renta). 

Tendrán una tasa imponible del 27% del Impuesto de Primera Categoría (IPDC) y una tasa de PPM variable que se determina año a año. Los dueños o socios tienen derecho a un 65% de crédito, es decir, pueden deducir de su impuesto como persona natural un 65% del 27% ya pagado por la empresa. 

Es importante tener en cuenta que este impuesto es independiente del Impuesto de Segunda Categoría que deben pagar los trabajadores por sus remuneraciones.

Renta Presunta:

Éste régimen grava a los contribuyentes que desarrollan actividades de transporte (10.000 UF), minería (34.000 UF) y agrícolas (18.000 UF) que no llegan al máximo de ingresos y pagarán sus impuestos sobre la base de la renta presunta. 

Las personas o empresas que se encuentran bajo este régimen no pagan sus impuestos de acuerdo con sus resultados reales, si no que lo hacen según lo que la ley determina para esa actividad a partir del avalúo fiscal de, por ejemplo, los inmuebles agrícolas, la tasación de vehículo o el valor anual de las ventas de productos mineros.

obligaciones tributarias

¿Cuáles son las obligaciones tributarias de las empresas en relación con el Impuesto de Primera Categoría?

Las empresas tienen diversas obligaciones tributarias en relación con el Impuesto de Primera Categoría, entre las cuales destacan las siguientes:

Declaración de Impuesto de Primera Categoría:

Las empresas deben presentar una declaración de Impuesto de Primera Categoría anualmente, comúnmente en abril,  la cual debe incluir la información correspondiente a la renta líquida obtenida durante el período fiscal correspondiente.

Pago de Impuesto de Primera Categoría:

Las empresas deben pagar el Impuesto de Primera Categoría dentro del plazo establecido por el Servicio de Impuestos Internos, el cual varía dependiendo del tamaño de la empresa y del tipo de contribuyente.

Registro de Libros Contables:

Las empresas deben llevar un registro de sus libros contables, los cuales deben reflejar fielmente sus ingresos, costos y gastos para efectos de determinar la renta líquida y el Impuesto de Primera Categoría correspondiente.

¿Cómo se calcula el impuesto de primera categoría?

¿Cómo se calcula el impuesto de primera categoría?

El Impuesto de Primera Categoría se calcula a partir de la base imponible de la empresa, en la cual existen muchos factores que intervienen en el resultado final, como por ejemplo, la corrección monetaria, la inclusión de ciertos gastos, créditos, o las tasas fijas de pagos provisionales mensuales (PPM), entre otros. 

A la base imponible obtenida después de realizar el balance general de la empresa/persona se le aplica el porcentaje correspondiente, que se determina según al régimen tributario que le pertenezca. Al resultado se le restan las deducciones de los PPM para obtener el impuesto total a pagar, o a devolver, en caso de que el resultado sea negativo.

Impuesto de Primera Categoría= (Base Imponible * Tasa del Impuesto) – Deducciones PPM= Impuesto a pagar/devolver. 

El contribuyente de primera categoría deberá realizar la declaración de la renta durante el mes de abril de cada año. Esta renta corresponde al año fiscal anterior, es decir, anualmente durante el mes de abril se deberá realizar la declaración de la renta del periodo de enero a diciembre del año anterior. 

¿Cuáles son las sanciones por incumplimiento de las obligaciones tributarias en relación con el Impuesto de Primera Categoría?

Las empresas que no cumplan con las obligaciones tributarias en relación con el Impuesto de Primera Categoría están sujetas a sanciones por parte del Servicio de Impuestos Internos, las cuales pueden incluir multas, intereses y recargos por pagos tardíos, y en casos graves, incluso el cierre de la empresa.

Es por ello que es importante que las empresas cumplan con sus obligaciones tributarias en relación al Impuesto de Primera Categoría, para evitar sanciones y problemas con la autoridad fiscal.

¿Qué pasa si una empresa tiene pérdidas durante el período fiscal correspondiente?

Si una empresa tiene pérdidas durante el período fiscal correspondiente, no está obligada a pagar el Impuesto de Primera Categoría. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas pérdidas pueden ser compensadas con rentas futuras en un plazo de 3 años.

Es decir, si una empresa tiene pérdidas en un año, estas pueden ser compensadas con las rentas obtenidas en los 3 años siguientes, lo que permite una mayor flexibilidad para las empresas en momentos de baja rentabilidad.

¿Qué implicancias tiene el Impuesto de Primera Categoría en el pago de dividendos?

El Impuesto de Primera Categoría tiene implicancias en el pago de dividendos por parte de las empresas a sus accionistas. En primer lugar, es importante tener en cuenta que las empresas deben pagar el Impuesto de Primera Categoría antes de distribuir dividendos a sus accionistas.

Una vez que se ha pagado el Impuesto de Primera Categoría correspondiente, las empresas pueden distribuir dividendos a sus accionistas. Sin embargo, estos dividendos están sujetos a un Impuesto Global Complementario, el cual es un impuesto personal que deben pagar los accionistas sobre los dividendos recibidos.

La tasa del Impuesto Global Complementario varía dependiendo del nivel de renta del accionista y puede ir desde el 0% hasta el 44,45% sobre el monto de los dividendos recibidos.

Es importante tener en cuenta que existen ciertas excepciones y beneficios tributarios para los accionistas en relación con el pago de dividendos, por lo que es recomendable consultar con un abogado tributario para conocer todas las opciones y optimizar la estructura tributaria de la empresa.

En resumen, el Impuesto de Primera Categoría es un impuesto que deben pagar las empresas y personas jurídicas en Chile sobre sus rentas de fuente chilena. Este impuesto se calcula sobre la renta líquida obtenida por la empresa durante el período fiscal correspondiente y su tasa depende del régimen tributario. 

Es importante que las empresas cumplan con sus obligaciones tributarias en relación con el Impuesto de Primera Categoría, para evitar sanciones y problemas con la autoridad fiscal. 

Además, este impuesto tiene implicancias en el pago de dividendos por parte de las empresas a sus accionistas, por lo que es recomendable consultar con un abogado tributario para conocer todas las opciones y optimizar la estructura tributaria de la empresa.

En Equipo Defensa, estamos dispuestos a brindarte la asesoría legal y tributaria que necesitas para cumplir con tus obligaciones fiscales y optimizar la estructura tributaria de tu empresa. No dudes en contactarnos si necesitas asesoría en temas tributarios o laborales, ¡estamos para ayudarte!

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Arturo Valenzuela
Artículo escrito por:
Arturo Valenzuela Sáez

Abogado, Gerente Legal y uno de los socios fundadores de Equipo Defensa.

Trabajó, por alrededor de 20 años, en distintos Servicios de la Administración Pública, camino que lo hizo interesarse en los diversos procesos informáticos por los que tuvo que ir migrando, llegando a ser Consultor Funcional Experto para SOAINT, esto lo ha llevado a especializarse en el campo de las Legal Tech.

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